Monthly Archives: April 2019

18.04.19 — Diario

Vagando y cocinando

En la última entrada de blog prometí que intentaría publicar otra entrada antes del puente de semana santa, y mientras escribo esto, quedan unos 40 minutos hasta que empiezan oficialmente – ¡así que casi lo logré!

Bueno, no estoy para debatir la puntualidad de estas entradas sino para contaros las novedades con unas fotos y historias. Como he mencionado previamente, he estado un poco resfriado, pero ahora intentaré no acabar quejándome aquí como suelo hacer. En lugar de dichas quejas, os contaré la excursion que realicé para intentar recuperarme las fuerzas un poco.

Al final fue nada más que otra visita a IKEA, esta vez para pillar unas persianas, una maceta y unas toallas – ¡necesitaré cuatro para la visita de mis amigas de “Cake Club”! Son tres amigas que conocí aquí en Madrid el año pasado, pero ya han vuelto a vivir en sus países de origen, así que por primera vez en casi un año, nos vamos a volver a reunir en Madrid.

Stormy clouds gather over the south of Madrid.
The sun shines down a street, reflecting off the wet road surface and the facades of buildings.

El clima era bastante extraño durante esta excursión.

Como veis, el tiempo durante dicha excursion era bastante raro, con sol, viento y unos nubes casi negros a la vez. Evité la lluvia porque ocurrió mientras mi vuelta al centro en el metro, pero el clima luego hizo que no quisiera salir por la tarde, así que la pasé de relax en casa.

Durante la noche, preparé un plato delicioso (y bastante picante) de curry rojo con gambas, y luego hice dos pasteles de zanahoria. Hubiese hecho solo uno más grande, pero por causa de la magia negra matemática, acabé con muchísima masa y cada vez más frosting de queso fresco.

A bowl of red curry.
A carrot cake topped with cream cheese frosting, grated carrots, cinnamon, and walnuts.

Mientras esperaba que los pasteles se cocieran (y los tuve que hacer uno en uno por el tamaño minúsculo de mi horno), había un crisis de peluquería que acabó en una revelación. Vi que me había salido un grano en un espacio de mi frente no tapado por mi flequillo, y tuve la (quizás obvia) idea de cambiar su dirección para que lo tapeare.

Bueno, así había una revelación enorme, y aunque haya desaparecido el grano, he decidido mantener el flequillo en este otro lado a partir de ahora ya que estoy tan enamorado de la nueva configuración. Incluyo una selfie vanidosa, la cual justificaré por quejarme que nunca aparezco en ninguna foto en mi propio blog…

Una selfie porque esto es mi blog y puedo hacer lo que me dé la gana.

A photo of myself.

Bueno, volvamos al tema de los pasteles. Uno lo dejé aquí en casa para que mis amigos lo probasen, pero el otro me lo llevé al trabajo para las criticas de mis compañeros. Esta vez habían menos quejas sobre la cantidad de azúcar, así que puede que por fin haya modificado la receta para el gusto español – o quizás fue por la buena suerte que conllevó un arco iris que apareció en mi escritorio…

A rainbow is formed over my keyboard at work.

Otro día en la oficina y llegó el momento en que por fin tuve una hora libre para realizar un viaje emocionante, porque la historia se repita, ¡y Erretres vuelve a mudarse!

La primera vez que me uní al equipo de Erretres fue en 2016, y en aquel momento tuvimos sede en la emblemática Plaza de España. Unos meses después de mi incorporación, sin embargo, colocamos los iMacs en unas cajas de carton y nos mudamos a una nueva oficina situada a un bloque de la original.

Dentro de muy poco vamos a repetir este proceso, mudando la empresa entera a una nueva ubicación que no puedo revelar ahora. Es una oficina mucho más grande, pero esta vez tendremos el lujo de un jardín enorme y una sorpresa que dejaré para las fotos…

I sit in a chair on a porch in a house.
A large house.
I stand in a dry pool.

Sí, ¡tenemos una piscina!

Bueno, la piscina está seca ahora mismo, al jardín le falta un poco de mantenimiento y el interior está en obras mientras instalan la luz (y por eso la falta de fotos del interior), pero no iba a declinar la oportunidad de ver el nuevo espacio – ¡y no decepcionó!

Tengo muchas ganas de revelaros más detalles del nuevo espacio, pero no tendréis que esperar mucho, porque solo nos queda una semana desde el día de hoy hasta la mudanza. En breve volveré para compartir más fotos de la mudanza y cómo nos ajustamos al nuevo espacio, pero también me podéis seguir en Instagram, donde las stories que subo son la única manera con la cual comunico lo que estoy haciendo en tiempo real.

Ya que ahora estamos de puente, sin embargo, voy a dejar de hablar del curro. El finde pasado necesité salir de la casa para respirar un poco de aire fresco, ya que estoy tan cómodo en mi propio espacio que a veces me vuelvo muy perezoso y no salgo.

Por eso decidí pasear por el río hasta llegar al lago de la Casa de Campo, a una hora y media de mi piso. Bajé al Matadero (el espacio cultural madrileño) y el parque Madrid Río, y luego caminé hacía el oeste, siguiendo el río por el centro de la ciudad hasta llegar a la Casa de Campo.

A bridge over a river.

Me encanta un buen puente, y en Madrid Río hay muchos.

Una vez llegado al lago, el cual se ha llenado después de un buen rato en obras para rectificar sus orillas, cogí una botella de agua y me senté para bocetar unas ideas para unos proyectos personales.

Después de escuchar un trío de señoras discutir las elecciones generales y como se usan los mensajes de voz en WhatsApp, olí una barbacoa y me fui a buscar una comida más barata en el centro.

Concluí la semana con un vino y una pizza dominguera con un amigo, y luego solo he tenido que trabajar tres días esta semana. Ahora estoy disfrutando del puente, y pensando en ir a unas procesiones – pero con el clima en el que estamos, no me apetece mucho salir…

06.04.19 — Diario

Una visita breve a Barcelona

Hace bastante que no escribo en mi blog, y eso es debido a una combinación de razones: desde que Emily se fue he estado muy resfriado, y también he estado muy ocupado en un proyecto del trabajo. Los dos no me han dejado mucho tiempo para hacer nada, pero trabajar y vivir en Madrid en sí es muy divertido, así que os voy a contar las novedades…

Fuera de la oficina he podido hacer unas cositas con mis amigos, incluyendo un par de noches con Bogar. La primera fui a echar un vistazo a como iba con la decoración de su nuevo piso, y disfruté de una ración de tortilla que había elaborado. Otra noche nos reunimos en mi piso, y yo solo pude ofrecer queso y aceitunas – ¡al estar resfriado no me apetece cocinar nada!

An old hairdressers facade.

Se encuentra mucho diseño antiguo al pasear por mi barrio.

Una vez encontradas las fuerzas para cocinar algo, decidí que no había nada que me apetecía más que un buen plato de chorizo a la sidra.

A bottle of cider with a chorizo.

En fin me salió bastante bien, pero no estaba tan bueno como los que he probado en Asturias. Creo que el truco será pagar un poco más y permitirme un buen chorizo fresco – ¡os informaré la próxima vez que lo elaboro!

A veces vale la pena pasear por las calles pequeñas de la ciudad.

Hoy también es un día emocionante, porque ¡me han entregado el horno! Es un mini horno de esos que pones sobre la encimara, pero me vale para cocinar una pizza, un pollo asado o (por supuesto) un pastel o dos…

Hablando del pastel, el asunto nos lleva bien a mi proyecto actual en el trabajo. “Pero ¿cómo están relacionadas estas dos cosas?” os oigo preguntar, y ahora os contaré…

El proyecto consiste del rebranding de una compañía que tiene sede en Barcelona. Al investigar su cultura de oficina, vi que les gusta celebrar fiestas en su espacio, así que mientras montaba mockups de la propuesta para el nuevo logotipo en varias piezas, ¡se me ocurrió aplicar el logotipo en un pastel!

No encontré ninguna plantilla de mockup en Google Images con la que generar automáticamente un logo aplicado en un pastel. Por eso, el próximo día llegué a la oficina con una manga pastelera y un tupper lleno de crema de mantequilla, y me puse a dibujar el logotipo con dicha manga.

La prueba verdadera de un logotipo – ¿funciona en una tarta?

Tras fotografiar los logotipos hechos y realizar un poco de magia en Photoshop, teníamos dos mockups de tartas para presentar al cliente. Eso nos lleva muy bien a la siguiente parte de esta entrada de blog – ¡mi viajecito a Barcelona para presentar la propuesta al cliente!

Decir que era un viaje sería muy exagerado porque, tras un retraso de una hora en el AVE, no teníamos el tiempo para ver nada excepto el interior de dos taxis, las oficinas del cliente y una visita de cinco minutos a la tienda de Uniqlo para comprarnos unas prendas.

Lo pasé bien de todas formas, y era guay trabajar directamente con el cliente y ser encomendado a diseñar y presentar una presentación importante – ¡cada día me siento más adulto!

El único aspecto triste del trabajo recientemente ha sido la despedida de Manu, ¡pero nos aseguramos a despedirnos bien! Un grupo nos reunimos en la ciudad para tomar unas copas y reírnos hasta las horas pequeñas. Yo, sin embargo, llegué a casa bastante molesto por no había encontrado ningún kebab ni bazar abierto para coger un poco de comida. ¡Qué barbaridad!

Todo esto nos lleva al día de hoy, y como podréis ver, ha sido una semana muy ocupada. Por eso, esta tarde he bajado las luces, he cocinado una pizza para estrenar el horno, he puesto un poco de música y me he sentado para escribir esta entrada de blog.

Este finde y el que viene no tengo mucho organizado porque mi calendario está llenísimo a partir de semana santa, pero voy a intentar publicar otra entrada de blog antes de irme a algún lugar para pasar las vacaciones fuera de la ciudad. ¿Quién sabe dónde será?