Monthly Archives: October 2019

26.10.19 — Diario

Trabaja duro, juega duro

Al concluir mi última entrada de blog, mencioné que llevo unas semanas trabajando duro y jugando duro en la oficina, y prometí que contaría más sobre el tema en la próxima entrada. Pues aquí estoy, todo preparado para contaros lo último de lo que ha estado pasando en Guecho 35

El viernes después de la salida de mis tíos, pasamos la tarde en el trabajo celebrando «5×10», un evento en el cual 5 personas tienen 10 minutos para presentar un proyecto, sea personal o del trabajo, al resto del equipo. Se compartían muchas cosas interesantes, pero lo emocionante fue lo que vino después: ¡sidra y empanadas!

We stand around a table drinking cider and eating empanadas.

Esta fiesta fue nuestra manera de despedirnos del verano, poniendo fin a la época de chapotear en la piscina y comer en el jardín. También me trajo muy buenos recuerdos de las noches del año pasado que pasé con Kevin en Asturias, con la sidra y las empanadas, ¡las cuales habían venido desde Asturias!

Cider and empanadas on the table

Una vez empezado el escanciado de la sidra, no paró…

Todos lo pasamos muy bien, entre charlas sobre el trabajo, muchas comida ¡y hasta una clase de vogueing dada por María! Un grupo nos quedamos un rato más, pero pronto puse fin a la fiesta al romper una botella mientras abriéndola, lo cual me dejó con un corte bastante asqueroso en la mano…

Me, Luis, Carlos, María, and Mario at work.
Buildings near Plaza Mayor in Madrid.

Una vez vendé la mano y dormí la mona, no podía pensar en mejor manera de arrancar el finde que intentar cocinar un desayuno británico para mí y para Bogar. Hace más que 8 meses que volví a Madrid, así que habré llevado el mismo tiempo sin comerme un buen fry-up con toda su grasa.

No me salió perfecto, pero era lo más parecido posible.

An attempt at a full English breakfast with orange juice.

Las salchichas y el beicon que se vende aquí no son como sus equivalentes británicos, pero logré coger una lata de baked beans (judías en una salsa de tomate) y hacer un buen huevo frito, así que no era nada malo. Al final, esto solo fue el comienzo de lo que se convirtió en un finde de desayunos decadentes. El día siguiente, preparé un plato de tostada francesa, recubierta con sirope de arce auténtico que Megan me había regalado durante su visita desde Vermont.

A plate of French toast with maple syrup.

Estas aventuras culinarias siguieron durante las semanas siguientes, durante las cuales hasta me atreví a hacer un cuenco de ramen, uno de mis platos japoneses favoritos. Al principio creí que había echado demasiado jengibre, pero al final me venía bien, porque ayudó en aliviar las síntomas del resfriado que llevo luchando desde el cambio repentino de estación.

A bowl of pork ramen with egg.

El mes pasado no has consistido en solo cocina casera, sin embargo, porque una noche Bogar y yo hicimos frente al frío (dicho cambio de estación ha sido muy, muy repentino) para compartir unas raciones en nuestro bar local favorito.

Me posing with a plate of huevos rotos.

Me veo horroroso, pero por lo menos salgo en una foto en mi propio blog.

Ahora volvemos al tema del trabajo, me he dado cuenta de que he empezado a hablar más y más de la comida y, por una vez, ¡me gustaría concluir la entrada hablando del tema de su título!

Como siempre, no puedo decir mucho por temas de confidencialidad, pero estoy avanzando a toda leche en dos proyectos bastante grandes. Espero que pronto se vean publicados en la web de Erretres, pero por ahora solo puedo presentaros con esta foto de un momento de intervención divina…

A selfie of me in which the sun is illuminating my hair.

Otro momento emocionante en el trabajo fue el lanzamiento de Collision, una red de mentorship creada por Erretres Open Lab (parte de Erretres, el estudio de diseño en el cual trabajo) en colaboración con BBVA y creativos locales. Tuve la suerte de ser invitado a participar como diseñador senior en su año inaugural, así que asistí al evento de lanzamiento hace un par de noches.

El evento arrancó con una presentación de mi compañera Blanca (con quien también fui a la boda de nuestra amiga Soyoung este año) y de Brian Farrel, Director Creativo en BBVA. Luego presentó Sergio (un compañero mío en Erretres) la identidad visual del programa, ¡y luego era el momento de descubrir con quién estaríamos trabajando!

Sergio presents the visual identity for Collision.

Una vez introducido a mi par, con quien estaré trabajando en un proyecto durante los próximos 8 meses, llegaron las pizzas y se sacaron las cervezas, y me puse a hablar con todo tipo de gente de muchos campos creativos. Al final, estábamos tan involucrados en la fiesta que nos quedamos mucho más tarde que la supuesta hora de cierra de 10pm. Me costó bastante madrugar el día siguiente, ¡pero valió la pena!

Con eso, creo que concluyo esta vista sobre lo que ha pasado en el trabajo. Como comenté, estamos bastante liados en la oficina en estos momentos, pero estoy seguro que podré compartir los resultados del labor dentro de poco. ¡Qué emoción! Haste entonces, pronto estaré de vuelta con mas noticias de mis aventuras dentro y fuera de Madrid.

20.10.19 — Diario

Mis tíos me visitan

Desde la última visita de mis tíos en mayo, cuando se quedaron unos días para dividir su viaje de vuelta al Reino Unido, han estado viviendo en Inglaterra durante el verano. Con la vuelta del frío, sin embargo, les ha tocado volver a su apartamento en Murica, ¡y por eso han vuelto a visitarme!

My uncle, me, and my auntie in Sol, Madrid.

Tras una llegada complicada en la cual se perdieron buscando el parking, por fin tuvimos la oportunidad de ponernos al día con unas raciones en un bar local. Los dramas de la llegada, sin embargo, no nos dejó con mucho tiempo así que pronto nos acostamos a descansar en preparación para las exploraciones del día siguiente.

El día siguiente era un lunes que había cogido de vacaciones, así que nos aseguramos de aprovechar del tiempo y visitamos algunos de nuestros sitios favoritos en el centro. Paseamos por el palacio real, las calles de Malasaña y hasta encontramos una parroquia y una cripta que nunca había visto.

Looking over Madrid's royal palace.
The inside of a Madrid crypt, with burial vaults, pews, arches, and a chandelier.

El ambiente de la cripta fue distinta del de las calles arriba.

Graffiti on the facade of a building in the Malasaña district of Madrid.

Para comer, no pude pensar un un sitio mejor que Casa Julio, un bar animado en Malasaña. El sitio es conocido por sus raciones deliciosas, así que pillamos una de picadillo, una ensaladilla rusa y una selección de algunas de las mejores croquetas del barrio.

A sign reading "Boncista" and "Niquelador".

Cuando estábamos llenos, era hora de relajarnos, y para eso fuimos al lago. Había ido con mis padres la última vez que me visitaron, y habían alabado una jarra de sangría que compartimos en las orillas, así que hice lo mismo con mis tíos.

Al recargarnos, pensé que sería una buena idea caminar de vuelta a mi casa por el río, y yo pensé que tardaríamos 45 minutos como mucho. Tras pasar por los escombros del Estadio Vicente Calderón, no obstante, me di cuanta de las mentiras de Google Maps – ¡aun quedaba muchísimo por caminar!

A stand of the abandoned Atlético de Madrid stadium.

Una vez cogido un tren para quitarnos el último tramo del viaje, fuimos a un bar local para cenar, ya que habíamos gastado toda nuestra energía durante la vuelta a casa. Luego tuve que acostarme temprano, porque el día siguiente tuve que madrugar por el trabajo.

Después del trabajo, me reuní con mis tíos para tomar algo en el centro. Fuimos a La Venencia para unas copas de vino y unas tapas, y luego encontramos un bar de toda la vida por Lavapiés en el cual cenamos unas patatas bravas y una ración de albóndigas.

El miércoles por la mañana, tuve que despedirme de mis tíos cuando volvieron a su coche y empezaron su viaje a Murcia. Fue un placer recibirlos en Madrid una vez más, y tengo muchas ganas de volver a Murcia dentro de muy poco para descansar con ellos en la costa.

La semana siguiente consistió de mucho curro y mucha fiesta, pero os pondré al día con respeto a eso en la próxima entrada de blog. Hoy, pienso pasar el domingo haciendo lo mínimo posible – bueno, excepto quizás hacer un pastel.

12.10.19 — Diario

Galletas y gastos innecesarios

Hace un mes ya que no os cuento todas las novedades de la capital española, y por eso estoy de vuelta con un resumen de los eventos de las últimas semanas de aventuras. Ha consistido en comer mucho, explorar y gastar bastante después de cobrar…

La primera excursión consistió en unas horas en Parquesur con Bogar. Los dos habíamos pasado la mayoría del finde en mi piso, así que el domingo por la tarde ¡queríamos estar en cualquier sitio que no fuese mi piso!

Tras pasar por mis tiendas preferidas y comprar un libro sobre la gramática española, me permití el lujo de un “trozo de pizza” hecho completamente de chuches. Bueno, eso es lo que creía. Resulta que el “trozo de pizza” se había rellenado con una base de poliestireno. ¡Había sido engañado!

I hold a slice of candy pizza.

Antes de la compresión que me habían engañado.

Una vez recuperado de esta injusticia descarada, los dos fuimos a cenar ramen y té verde en las orillas del lago. Después volvimos a mi piso, y me fui a dormir en preparación para otra semana laboral muy ocupada.

Fountains over a lake with a multicolour sunset sky in the background.
I ascend an escalator in a metal tunnel.

El finde siguiente también era bastante relajado, consistiendo en mucho vaguear por mi piso y unas copas de vino con mi amigo Jhosef en el centro y luego en mi casa. 

Me and my friend Jhosef.

El jueves de dicha semana, mi compañera Blanca y yo habíamos quedado con una ex compañera y amiga Soyoung, cuya boda habíamos atendido más temprano este año. Los tres disfrutamos unas copas y una cena en el barrio de La Latina, el cual se veía muy bonito en la luz del atardecer cuando llegamos. 

The La Latina area of Madrid by dark.

Después de otro viernes en la oficina, Bogar y yo empezamos bien el finde cuando nos reunimos para desayunar en un bar local. Tras desayunar, volví a casa y hice otra bandeja de algo más dulce – ¡unas galletas caseras! Siguiendo una receta que llevo un rato desarrollando y perfeccionando, creo que por fin tengo el balance perfecto entre crujiente y masticable.

Nota: si te gustaría que empezase a publicar unas recetas mías para hacer repostería o platos rápidos perfectos para vivir solo, ¡cuéntame a través de este cuestionario!

A table with a breakfast.

El día siguiente y volví a ir de compras con Bogar, esta vez al IKEA. Llevo bastante queriendo coger algunas cositas más para la casa, así que al cobrar decidí que tocaba convertir mi casa en un hogar de verdad.

Bogar hides behind a large plant in IKEA.
A sunset over the south end of Madrid.

Tras comprar muchas más plantas que debí y molestar al taxista cuando llenamos su coche con las plantas enormes que salen en la foto arriba, por fin instalé en mi casa una mesilla de centro, una alfombra y la nueva vegetación. ¡Creo que ha progresado bien desde que empecé a decorar hace unos meses!

My living room.

Por fin también instalé unas ruedas en la mesa en la cual está mi tele, lo cual hice para poder sacarla y verla directamente del sofá cuando me tumbe. Después de un momento “eureka”, sin embargo, ¡me di cuente de que también puedo mudar la cosa entera a mi habitación y ver la tele allí también! Nada hace un hogar más que poder ver la tele desde la cama los domingos por la mañana…

My TV in my bedroom.

Esto nos lleva a la semana pasada, cuando mi ex compañera Elena y yo quedamos para ponerlos al día y tomar una cañas. Acabamos en Lavapiés, uno de mis barrios favoritos de Madrid, y cenamos unas pizzas riquísimas en NAP Pizza – ¡vale la pena visitar el sitio si pasas por Madrid!

Elena hides behind her hand.
Me and Elena after eating pizza.

Creo que ya os he puesto al día con respeto a las frivolidades de mi vida. Me encantaría compartir más detalles de lo que estoy haciendo en la oficina, porque han sido unas semanas intensas pero emocionantes, pero por temas de confidencialidad no puedo decir mucho. ¡Solo os digo que hay mucho por venir!

Mientras escribo esto, acabo de despedidme de mis tíos que han estado de visita durante unos días, por lo cual la próxima entrada de blog tratará de su visita y lo que hicimos durante los días que pasaron en la ciudad. Ahora mismo debo dejar de escribir, porque he quedado con un amigo y tengo que salir. ¡No hay paz para los impíos!

04.10.19 — Diario

El carrete de Tenerife

Hace unos meses ya que visité a Cami y su familia en Tenerife, pero la entrada de post de hoy da seguimiento a aquella entrada, ¡aunque sea con retraso!

Una mañana durante dicha visita, fui a la costa con Cami y su madre para compartir un desayuno rico en un sitio local. En la última entrada, lamenté de haber dejado mi móvil en casa y la falta de fotos como consecuencia. También mencioné, sin embargo, que no era cien por cien verdad, porque había sacado unas fotos en mi cámara manual con la esperanza de llevarlas para que las revelasen.

Lo más probable es que ya lo hayas adivinado por el título de esta entrada de blog, pero al fin recordé dejar un par de carretes para que se revelasen. Luego recibí un correo electrónico hace un par de días con las fotos recaladas adjuntadas, ¡así que me hace mucha ilusión poder compartirlas con vosotros hoy!

Me and Cami's mum at the breakfast table.
Cami and her mum at the breakfast table.

Como ves, el desayuno era precioso y la compañía impecable – los tres lo pasamos fenomenal, charlando y riéndonos bajo el sol matutino. Lo que no se ve es que la comida estuvo tan rica como se veía, y tuvimos la suerte de comerla con vistas costeras impresionantes, de las cuales logré sacar una foto.

Looking out over the Tenerife coast.

También habían unas fotos de Cami y yo que se sacaron en la cosa, y he dejado dos de ellas abajo. La típica foto turística de mí entre letras enormes debe haber sido la última del carrete, sin embargo, porque está el lado izquierdo descolorado y cortado.

Me and Cami on the Tenerife coast.
I stand in between the letters spelling out the name of the town on the Tenerife coast.

Al sacar unas fotos durante la barbacoa deliciosa, entonces, supe que tuve que sacar las fotos más que una vez, ya que las primeras fotos de un nuevo rollo suelen salir un poco raras. Menos mal que lo hice, porque cuando vi la filtración de luz y la disalineación de las primeras fotos, ¡me quedé pensando que no habría ni una foto usable en la pila!

A group photo is ruined by light leakage.
A group photo is ruined by misalignment of the film in the camera.

A pesar de que a mí los errores de las primeras imágenes me parecen muy bonitos, también moló descubrir que por lo menos había una foto “normal” de la cena – ¡una pena que la tomó Cami y por eso no sale!

Cami's parents, Sam and I sit at the BBQ table.

Logramos sacar otra foto después de comer, no obstante, y esta vez ¡hasta Luke (el perro de Cami y Samuel) sale con los tres! Lo de mis ojos es una pena – no sé si el sol me cegaba o si parpadeé en el momento inoportuno…

Sam, myself, Luke and Cami in the family garden.

Las demás fotos son del viaje por Teide, el volcán que domina la isla. El primer par de imágenes son de una parada que efectuamos a medios de la subida por la montaña, cuando paramos para estirar un poco y mirar sobre la costa y el pueblo de donde habíamos venido.

Looking over the coast of Tenerife.
Cami along the side of a road on Tenerife's Teide volcano.

Las próximas forman una serie de fotos que saqué cerca de la cima, en las que salen un rango de paisajes extraños y texturas lunares. Creo que estas fotos tienen una pinta mística por los tonos calientes de la película, la filtración de luz y el ruido de la cámara.

A lunar-like surface on the tip of Teide on Tenerife.
A lunar-like surface and blue sky on the tip of Teide on Tenerife.
A lunar-like surface on the tip of Teide on Tenerife.

Con la ultima foto, es verdad que he dejado lo mejor para el final. Esta foto no es muy distinta a una parecida que saqué en mi móvil y compartí en la entrada de blog inicial, pero el look distinto que le dota la cámara manual hace que tenga otro aire.

La foto representa el momento del descenso de vuelta a casa en el cual nos dimos cuenta de que una capa de nubes se había formado debajo de nosotros, haciendo que las cimas de las montañas vecinas parecieran islas pequeñas en un mar de nubes. Todo esto sin hablar del degradado en el fondo creado por la puesta de sol multicolor.

Vuelvo a pedir que tomaseis un momento para echar un ojo a los detalles de la foto, porque representa un momento en el cual nos encontramos por mera suerte, y uno que dudo que lo volviera a vivir en el futuro…

A sunset over the layer of clouds, taken from the side of the Teide volcano in Tenerife.

Dicho todo eso, concluyo diciendo que espero no haberos aburrido con esta recapitulación de mi viaje a Tenerife. Soy muy fan de la fotografía análoga, y espero haber compartido la alegría de recibir un sobre de fotos cuando no sé qué va a salir en ellas. Tengo la memoria fatal, por lo cual siempre me es una sorpresa abrir ese sobre, una de las sorpresas felices de esta vida.

En breve volveré a poneros al día con las noticias de mi día a día, pero hasta aquel momento, asegúrate de rellenar el cuestionario si no lo has hecho todavía. Ya he revivido unas respuestas muy interesante, y por eso doy las gracias a todos los que habéis respondido, pero me gustaría ver un rango de opiniones. ¡Cuanto más, mejor!