02.04.23 — Diario

Los carretes de Vermont

El año pasado pasé en mes entre Canadá y los Estados Unidos. Este viaje dio paso a una lista de entradas de blog bien extensa que documenta todos los momentos que viví y los lugares que visité por el camino. A pesar de tanto moverme por allí durante las cuatro semanas, el sitio donde más tiempo me quedé fue Vermont.

Vermont es uno de los estados más pequeños en cuanto a tamaño y el segundo más pequeño en términos de su población. Creo que estos factores lo convierten en una joya oculta entre los otros estados en los que he estado como Nueva York y Florida. Tras unas vueltas por el estado lideradas por Megan y también por su Madre, Maureen, ya sabía que será un lugar al que vuelvo con bastante frecuencia.

Mientras estaba allí, llevé conmigo mi fiable cámara analógica durante algunas de las excursiones. Recientemente he podido revelar el segundo de los dos carretes que usé mientras allí, por lo tanto por fin os puedo compartir algunos de estos recuerdos desde el estado. El primero de estas excursiones fue un tour de las islas del Lago Champlain que me hizo Maureen.

Las próximas fotografías son de un fin de semana de camping que montamos en el borde de otra de las islas del lago. Este viaje lo documenté en una entrada llamada “Camping pijo”, porque al final llevamos con nosotros todos los lujos de la vida moderna.

A pesar de la naturaleza de este viajecito, fue una oportunidad maravillosa para desconectar del todo y hablar hasta la madrugada mientras hacíamos s’mores alrededor de la hoguera. Aún me acuerdo bien de las tortitas fabulosas que hicimos a modo de desayuno, las cuales por supuesto tuvieron que empaparse en una cantidad exagerada de sirope de arce vermontés.

Después del camping, la siguiente serie de fotos es del partido de béisbol que fui a ver con Megan y unos cuantos amigos más. Esta tarde se marcó por muchos momentos memorables, entre ellos las cajas de seis perritos calientes de 25 céntimos que compramos todos, un atardecer maravilloso y las travesuras que se montaron en los vomitorios tras unas cuantas latas de la cerveza local…

Hay más fotos de esa misma tarde, pero estas son de una parada que hicimos en una heladería local mítica. Durante mi tiempo en Vermont pasamos por Al’s Ice Cream más que una vez, pero en esta ocasión pedimos a un grupo de señoras que nos tomaran una foto. No lo hicieron tan bien, pero la imperfección es lo que hace que estas fotos me parezcan una auténtica maravilla.

La última serie de fotos viene de un día que pasamos en un prado bajo el sol veraniego. Esto lo aguantamos para ver el espectáculo anual de Bread & Puppet, un grupo teatral independiente de Nueva York que monta esta función extraña que en breve se convirtió en una de las experiencias más únicas que he vivido jamás.

Esta última foto es del viaje de vuelta a Burlington y desde un prado con el que nos topamos mientras conducía Megan. Hacía mucho calor, estábamos agotadas y teníamos sed tras un día tan largo bajo el sol, así que paramos para mojarnos los pies en un lago pequeño por el camino. Esto fue justo antes de acabar en un pequeño pueblo en la mitad de la nada, en el cual nos metimos en una tienda algo turbia para buscar bebidas y algo de picar…

Con estas 18 fotografías concluyo esta mirada sobre el tiempo que pasé en Vermont, mi estado favorito de todos los que he visitado hasta la fecha – aunque solo son tres por ahora. Tengo muchas fotos más de la cámara analógica, pero creía que esta sección resumía bien el viaje. Tengo muchísimas ganas de volver cuanto antes para experimentar más de lo que ofrece el estado del monte verde.

Para ver más sobre mi tiempo en Canadá y los Estados Unidos, échale un ojo a todas las entradas que escribí sobre la experiencia. Para ver más fotos de carrete, hay entradas con fotos así de Madrid, Murcia, mi bario local y Tenerife.