09.01.23 — Diario

Norwich

Dejé mi anterior entrada de blog en un tren saliendo de Lancashire y de camino a mi siguiente destino. Cómo quizá hayas adivinado por el título, estaba de camino al sur de Inglaterra y a Norwich. Nunca había visitado esta ciudad pero dos amigos, Luisa y Sol, están ahora viviendo allí y me habían invitado a pasar la Nochevieja con ellos. Esta visita surgió cuando les vi en Leeds mientras estaba de visita para celebrar la boda de Em y Lincoln. ¡La vida a veces es una locura!

También estaba visitándoles Evie, la hermana de Luisa. A ella le conozco de algún que otro viaje pasado a Alemania para apuntarme a las fiestas de cerveza en su pueblo pequeño. Por fin reunidos los cuatro, prometía ser un finde gracioso de darle la bienvenida al 2023.

Os pido disculpa de antemano por la falta de fotos – nos lo estábamos pasando tan bien que ¡se me olvidó sacar casi ninguna!

Pero bueno, llegué a la estación de tren de Norwich por la tarde. Desde allí, nos acercamos a su casa para que dejara mis cosas antes de salir a cenar. Luisa había reservado una mesa en un restaurante mexicano local, donde disfrutamos de comida rica con unas margaritas muy buenas. Después de esto, echamos un ojo por la ciudad de noche y de allí volvimos para casa. Allí, me comí un huevo de Pascua entero (ya estaban a la venta, alucinante) en tiempo récord mientras bailamos y cantamos un poco de musica internacional antes de irnos a dormir.

El día siguiente ya era Nochevieja, así que salimos a pillar unos ingredientes para la comida y la cena. Nos echamos unas risas en los supermercados locales, en los cuales compré bastante chocolate de una marca británica que me gusta mucho (Cadbury) y también una botella de vermú asqueroso. ¡No venden vermú del bueno en Inglaterra!

De vuelta a su casa, comimos una carbonara rica y nos pusimos a preparar las celebraciones. Picando unos embutidos y quesos españoles que había traído yo, nos pusimos guapos y nos tomamos una última copa mientras esperábamos que llegara la medianoche.

Bueno, tener la televisión silenciada resultó ser un error bien grave, ya que el reloj atrasado en la pared del salón nos engañó a todos. Creíamos que quedaba tiempo para que empezaran las celebraciones, pero de repente Luisa se dio cuenta que en la tele la gente ya estaba bailando y echando fuegos artificiales. ¡Nos habíamos perdido el gran momento!

Me tuve que tragar las doce uvas echando leches, cosa que les parecía gracioso ya que es algo que no se hace en Inglaterra pero que aprendí a hacer aquí en España. Ya en 2023, salimos de casa y al centro de Norwich para pasar el resto de nuestra noche. Fue una experiencia inolvidable, nos lo pasamos pipa bailando canciones de nuestra infancia y le pusimos fin a la noche como tiene que hacerse – con comida basura bien grasa.

El día siguiente nos despertamos bastante tarde pero con tiempo suficiente para comer y salir a dar una vuelta por la ciudad antes de que se pusiera el sol. Luisa nos enseñó los puntos de interés del centro y nos paramos a tomar un chocolate caliente. Desde allí, volvimos a casa a jugar al Scrabble y comer más pasta aún. ¡Muy rico todo!

El día siguiente me levanté, hice la mochila y salí relativamente temprano ya que tenía que coger el tren de Norwich a Stansted. En la estación de tren, le di un abrazo a Luisa y me subí al tren caro que me llevó aún más al sur. Allí, tuve que aguantar el caos triste que es el Aeropuerto de Stansted para luego coger mi vuelo de vuelta a Madrid.

Con eso resumo mi viaje rápido a Norwich. Ya que no tengo casi ninguna foto de referencia, lo más seguro es que se me hayan pasado por alto muchos detalles interesantes, pero me lo pasé muy bien. Muchísimas gracias a Luisa y Sol por acogerme en casa, con unas gracias también a Evie por invitarme a volver a Alemania este año a vivir otra experiencia en la fiesta de cerveza. Esta vez, estamos tanteando ir a Núremberg…

¡Feliz año nuevo!