15.12.23 — Diario

Cultura otoñal

Ya de vuelta a España después de mi viaje a Londres, me quedaban solo dos semanas antes de coger otro vuelo de vuelta al Reino Unido. Quedaba mucho por hacer, sin embargo, desde una sesión fotográfica improvisada del libro que creamos para la IE University hasta unas comidas con amigos, tanto preparadas por su servidor en casa como en los restaurantes del centro de Madrid.

Una tarde fui al teatro para ver «La Madre de Frankenstein», una obra que iba a ver con Nacho cuando visitó pero que tuvimos que cancelar por falta de tiempo. La obra tuvo lugar en un lugar precioso que nunca había visitado, el Teatro María Guerrero. Era un edificio muy bonito tanto por fuera como por dentro.

Siempre me ha gustado un teatro antiguo y bonito.

La función fue deslumbrante. Pensé que me iba a costar estar quitado durante las cuatro horas de la obra, pero el talento puro de los actores y la trama me mantuvieron al borde de la butaca. Relató la historia de un manicomio en las afueras de Madrid durante el franquismo, una paciente del manicomio y el médico que supervisaba su caso. La obra hizo paralelismos entre la paranoia de la paciente y la paranoia masiva que sufrió España bajo la dictadura. Fue exquisito.

Luego pasé el finde entre cocinar en casa y visitar restaurantes con amigos. En un paseo que di con Pedro nos topamos con una colina pastos que me recordó al fondo de pantalla mítico del Windows XP. Esa tarde me puse guapo y salí a comer con unos compañeros y excompañeros para celebrar el cumpleaños de Teresa. ¡Fue un día muy bonito!

El finde siguiente acabé otra vez por las calles de la capital. Sara, Rocío y yo quedamos en cenar el sábado y luego fuimos a tomar unos cócteles en un bar de Malasaña. Entonces pasé el domingo comiendo cachapas en un sitio venezolano y de paseo por un Madrid soleado. Había que aprovechar del finde antes de que llegaran todos los turistas durante el puente de la constitución…

Por la tarde fui a ver «Vidas Pasadas» en el cine. Esta película me encantó igual que la obra de teatro y algunos de los temas que trató me resonaron bastante. También fue una película preciosa en general, teniendo lugar entre Seul y Nueva York. La recomendaría a todo el mundo.

El finde siguiente me fui otra vez al Reino Unido, pero las fotos de esa visita las dejaré para la próxima…