27.09.20 — Diario
Los finales del verano
Hace tiempo que no publico nada sobre mi vida cotidiana aquí en Madrid, de hecho, ya llevo un mes sin publicar noticias de la capital española. Por supuesto que he estado quedando con amigos, montándome en bici por las noches y cocinando un poco de todo en casa (la creación de hoy ha sido un montón de galletas), pero la verdad es que no he hecho mucho que vale la pena publicarlo aquí en mi blog.
No pasa nada, sin embargo, ya que estoy aquí hoy para rectificar justo eso. Arrancamos con un brunch delicioso que preparó mi compañera Blanca cuando pasé a visitarle en su nueva casa. Después de unas cañas y un plato enorme de comida (incluyendo un huevo escalfado excelente, mis habilidades no tienen nada que ver), pasamos la tarde hablando de la vida y ¡monté una clase de caligrafía espontánea para su hija!
El día siguiente decidí pasar el día por la cuidad a solos, así que subí a una tienda británica que se encuentra en el barrio de Salamanca. Allí aproveché un código de descuento que tenía y me pillé el chollo del sigo cuando encontré una funda para el iPad oficial de Apple ¡por tan solo 6€! Luego monté mi bolsa llena de chocolate británico en la cesta de una bici y pasé un rato admirando las calles de Madrid mientras pasaba por ellas de camino a casa.
Entre semana he estado bastante ocupado, pero siempre hay tiempo para andar por el río con Jhosef o para dar una vuelta por el centro de la cuidad en bici – ¡hay que aprovechar de nuestra libertad mientras todavía la tenemos! Ahora que hay varios barrios de Madrid que se encuentran en cuarentena, ya sospecho que dentro de nada vamos a entrar en una nueva ronda de restricciones que se aplicarían a la cuidad entera, así que es muy bienvenida cualquier excusa u oportunidad para salir de casa.
Este finde he estado por las calles madrileñas de nuevo, pasando por el centro a la hora perfecta para encontrarme con los rincones de Lavapiés bañados en una luz dorada justo antes del atardecer. También pasé por un hotel recién reformado y abierto, que está dentro de un edificio que ha estado en obras desde la primera vez que visité Madrid hace ya cinco años.
Esta vuelta por la noche acabó con una cena rica en Ramen Shifu, donde estuvo mi amigo Hugo trabajando el turno. Mientras nos poníamos al día me comí un bol de ramen de ternera delicioso y un mochi, todo acompañado por una cerveza japonesa deliciosa.
Justo anoche me volví a reunir con Jhosef y los dos bajamos al Matadero, donde han montado una terraza y bar al aire libre para aprovechar al máximo las noches veraniegas después de tantos meses de cuarentena.Nos sentamos a tomarnos un tinto de verano, y pasamos la noche hablando de la vida mientras escuchábamos un cantador y su rendición española de “Another One Bites the Dust” de Queen. Una vez cansados de esta nueva letra española, los dos volvimos a mi piso y pasamos lo que quedaba de la noche viendo Salt, una película que nunca había visto y que me tendía loco con tantas giras en el argumento.
Esta actualización rápida más o menos resume mis últimas semanas de escapadas y exploraciones en la cuidad, pero seguro que habrán más por venir ahora que vamos entrando en un otoño muy repentino – digo eso ya que su llegada ha sido muy brusca, denotada por unos días tormentosos y una bajada de temperatura de unos 10°C que ¡nos pilló a todos de sorpresa!
Pues aquí os dejo, mientras me preparo para cambiar la ropa de mi armario de mi collection de verano a la de invierno – ¡preparaos para ver la vuelta de mi abrigo amarillo en las próximas entradas de blog!