04.10.20 — Diario
Un ejercicio en iluminar mi apartamento
Este año muchos hemos pasado bastante tiempo en casa. Por la llegada de la cuarentena que nos cogió a todos de sorpresa en Madrid a principios de este año, he visto más del interior de mi piso que quizás quisiera, por lo cual he intentado hacer que el sitio sea lo más acogedor y confortable posible.
Si llevas tiempo siguiendo mi blog, sabrás que soy muy fan de la iluminación. Cada vez que me mudo a un nuevo espacio, retoco un poco la configuración de la iluminación, ya que me resulta difícil descansar y relajarme en el lugar si no está bien iluminado.
Por eso instalé el sistema actual de iluminación en mi casa. Durante un buen tiempo han estado conectadas todas las lámparas de la casa – incluida la bombilla de la campana de cocina – a mi móvil a través de una combinación de un router de IKEA y el HomeKit de Apple. Este sistema me permite ajustar el brillo de la mayoría de las luces de mi casa desde mi móvil, y he configurado una serie de “ambientes” que uso dependiendo de la hora y mi estado de ánimo.
Naturalmente no podría estar contento con solo eso, así que me compré unas luces LED del IKEA para sumar a unas que me llevé de Inglaterra que antes se encontraban instaladas en mi habitación en la universidad. Durante la cuarentena, me puse a diseñar e instalar una configuración comprehensiva de estas luces, para que pudiera cambiar el color de mi casa entera con tan solo darle a un botón en mi móvil.
Una consideración importante de este sistema, sin embargo, fue que las luces de LED solo deberían verse al estar encendidas. Me encanta la idea de poder activar una serie de luces coloridas para crear ambientes variados en casa, pero no quisiera que la inclusión de dicho sistema comprometiera el aspecto limpio y minimalista que he intentado crear dentro del piso.
Por eso diseñé un sistema que es totalmente discreto cuando se encuentre apagado. Consiste en una serie de luces LED escondidas que, a pesar de no verse, pueden iluminar la casa entera una vez activadas. Bien instaladas detrás de los muebles, montadas en rincones discretos de la casa o hasta insertadas entre los tallos de una planta, la activación de estas luces coloridas es tanto inesperada como es bonita.
Todo esto nos lleva a una serie de fotos que documentan unos de los rincones del piso que más me gustan. Las imágenes que se encuentran a continuación enseñan como luce la casa en tonos de rojo, rosa, morado y azul. Los colores se pueden cambiar, y seguro que sacaré unas fotos más en algún momento para explorar esto, pero por ahora disfrutad de esta paleta que llevo unas semanas utilizando mucho…
Ahora toca ver si puedo encontrar espacio para añadir aún más, ya que ahora estoy configurando un nuevo escritorio en mi salón puesto que el teletrabajo se está convirtiendo en una parte clave de esta nueva normalidad. Para ver eso, y para ver mi piso iluminado en muchos colores más, ¡seguid echando un vistazo a mi blog!