06.07.21 — Diario

Entretanto

Por haberme metido prisa en sacar las entradas de blog sobre mi viaje al norte de España con Jhosef y una visita rápida a ver a mis tíos en Murcia, acabé olvidando de mencionar algunas cosas que hice entre los viajes y estando en Madrid. Que no cunda el pánico, sin embargo, ya que ahora estoy para arreglar este descuido y compartir algunas actualizaciones.

Arrancamos en el mejor barrio de Madrid, Delicias (donde vivo yo, naturalmente). Luis y yo habíamos quedado en enfrentarnos con el tiempo amenazador y pasar la tarde en Lavapiés. Decidimos pasar por una pizzería y una liberaría antes de ir a una exhibición que había encontrado Luis.

El viaje a dicha pizzería fue una experiencia en sí, ya que empezó a caer una buena mientras andábamos, una lluvia torrencial que nos amenazaba con dejarnos empapados si no fuera por el paraguas que llevaba. En un momento hasta tuvimos que mérenos en la entrada de un supermercado junto con una banda de gente que hacía lo mismo para esperar a que se pasase lo peor de las lluvias. Desde allí, subimos a la pizzería evitando los charcos enormes en nuestros pantalones ya bien mojados sin ninguna incidencia meteorológica más.

Tras una comida deliciosa, bajamos a la librería, donde me pillé un par de libros y bajamos a la galería en el sótano donde se exhibía una serie de pinturas. No nos quedamos mucho, pero me gustaron bastante los colores fluorescentes y las caritas sonrientes.

Desde allí cruzamos la calle a la Tabacalera, donde me costó entender el arte pero donde me fascinó el espacio físico en sí. Saqué muchas fotos de muchas cosas, pero os dejo con una selección rápida de lo que vi – incluida una obra de arte porque encontré una bombilla escondida entre los otros objetos que la componía.

También me puse a reformar la casa un poco antes de coger el tren a Murica. Esto implicó mucho movimiento de los muebles de mi piso para mejor reflejar mi nueva rutina de pasar más tiempo en la oficina que en casa teletrabajando. Volví a sacar la mesa bonita de mármol que vino con el piso y la repuse en el salón. Para tener un sitio donde ponerme a hacer mis cosas, me he comprado un nuevo escritorio y lo he instalado en el dormitorio.

Mi vuelta a Madrid después de mi viaje a Murcia no supuso el fin de mis viajes durante el mes de junio, sin embargo. Me quedó un sitio más por visitar: Cuenca.

El viaje fue por una reunión del trabajo, pero también tuve la oportunidad de entrar en una de las famosas casas colgadas y ver las vistas increíbles.

Una vez en Madrid, otro finde conllevó otra quedada con Sara por el centro. Volvimos al barrio de las letras, donde nos sentamos a tomar unos cócteles ricos en una plaza pequeña en una de sus calles estrechas.

El día siguiente tenía la cabeza bien, y pasé el sábado recableando y reprogramando la iluminación de mi piso – algo que no se hace en breve – antes de empezar otra semana laboral. Con el cambio a la jornada intensiva durante el verano, ahora salgo del trabajo a las 3pm, así que una tarde quedé en cenar con Bogar, Hugo, Sergei y Jhosef en un sitio italiano que nos queda cerca.

Una noche de buena compañía y buena comida recomendada por la dueña graciosa.

El finde siguiente se pasó, como siempre, por la ciudad. El sábado quedé con Soyoung – a quien llevo un año y pico sin ver tras la última vez que nos vimos justo antes de la pandemia – y fuimos a desayunar en una terraza por el barrio Salamanca. Me alegró mogollón de verla y ponernos al día con todo lo ocurrido durante estos últimos catorce meses o así – ¡como vuela el tiempo!

La puerta de Alcalá lucía espléndida al pasarla en mi bici de vuelta a casa.

El domingo quedé con Jhosef y su hermana Ximena para dar una vuelta por el barrio. Los tres luego acabamos tomando una cerveza en el Matadero, que luego se convirtió en una comida completa al pedir unas raciones. Hacía buen tiempo, había buena compañía y andábamos en una terraza bien bonita – ¡la combinación perfecta para que saliera un plan espontáneo sobre la marcha!

Con esta serie caótica de noticias y tonterías os dejo más o menos al tanto con todo lo pasado durante estas semanas entre mis viajes al norte y al sur. Digo más o menos porque ahora que nos encontramos en pleno verano, tendré más tiempo para salir y explorar más, así que te puedes asegurar que quedan bastantes travesuras más por venir…