01.07.19 — Diario
Los Hermanos Briggs en Madrid
Después de que Danni y Abi volvieron a Inglaterra, quedaba aún una persona para visitarme para concluir los findes de visitas sin parar. Esa persona fue mi hermana, que volvió por segunda vez tras visitarme el año pasado acompañada por su novio, Johann.
Esta vez, a los dos nos apetecía tomarlo con más calma, por lo que no había llenado los planes con tantas cosas como la última vez. Por eso, pasamos el viernes de su llegada comiendo en un bar local y caminando por el centro de la ciudad.
Al comenzar el finde, los dos decidimos salir a explorar unos de los barrios en los que no había estado Ellie durante su ultimo viaje a la ciudad. Primeramente fuimos a coger unos Manolitos, unos croissants pequeños y dulces que creo que son los mejores del mundo. Después de llegar y encontrar que no los había en la tienda, decidimos que íbamos a volver el día siguiente, y llevé a Ellie a probar la mejor palmera de Madrid en La Duquesita.
Después de almorzarla y pasar por unas de las tiendas más chulas de Chueca y Malasaña, llegamos al centro, y subimos a la azotea de El Corte Inglés. De allí disfrutamos las vistas de la ciudad, comimos unos trozos de la mejor pizza que hay y hicimos un shooting fotográfico.
De allí fuimos al Teleférico, repitiendo lo que hice con Danni y Abi apenas una semana antes. Esta vez, ya que no fuimos durante la noche, no había tanta prisa. Por eso nos quedamos un buen rato en la estación del otro lado, hablando de la vida y compartiendo unas patatas fritas.
El resto de la tarde lo pasamos yendo de un barrio a otro, parando de vez en cuando para relajarnos en un banco o disfrutar una clara con limón – ¡la mejor bebida veranera!
Para cenar, volvimos a un sitio que les ha gustado a todos que han visitado (especialmente Luisa) – Buns & Bones. Allí cenamos el mejor bao vietnamita de la ciudad, y luego bajamos al barrio de Vallecas para ver la puesta de sol desde el parque.
Allí y por fin se nos ocurrió sacar una selfie, la primera foto en la cual salimos los dos. Luego nos distrajo le llegada de dos perros, que se sentaron con sus humanos para ver la puesta de sol con nosotros. ¡Que monos fueron!
El domingo empezó con un brunch en Ojalá, otro restaurante que siempre gusta – y el cual siempre me lleva a pensar en la primera visita de mis padres o cuando Izzy me visitó cuando yo vivía cerca. ¡La decoración bonita y los platos pintorescos y deliciosos hacen que sea difícil no pasar todo el rato sacando fotos para Instagram!
Después de comer en Malasaña, cogimos el metro de vuelta a mi barrio, Arganzuela, y visitamos el invernadero enorme. Yo había pasado por el sitio unas veces en el pasado, pero nunca me había fijado en lo que contiene el edificio enorme de cristal – una frase bastante oximorónica, lo sé. También, ya que Ellie está estudiando un master en biología y la entrada al invernadero es gratis, hubiera sido una locura no haberle llevado a visitarlo.
Pasamos un buen rato dentro explorando las cuatro areas climatizadas, con las especímenes que van de cactuses del desierto a árboles de la selva. La humedad y el calor dentro del edificio, sin embargo, pronto nos afectó, y por eso pronto nos encontramos en una terraza, una cerveza en la mano.
Una vez recuperados, bajamos al lago en la Casa de Campo, llevando una bolsa de comida y una caja de Manolitos (los croissants famosos) que al fin habíamos conseguido coger.
Luego pasamos bastante tiempo descansando y durmiendo en las orillas del lago, antes de subir a uno de los sitios favoritos de Ellie, el Templo de Debod. Desde allí vimos la puesta de sol sobe la sierra en la distancia, y volvimos a mi casa para prepararnos para la vuelta de Ellie a Inglaterra la mañana siguiente.
Lo pasé fenomenal con Ellie aquí en Madrid, y creo que encontramos el plan perfecto para que el finde fuese más como unas vacaciones que un recorro turístico de la ciudad. Otra cosa es que, después de llevar 20 años viviendo con una persona en la misma casa, ¡tenerla en casa unas noches es como nada!
Sé que Ellie también lo pasó bien, y espero que vuelva a visitarme pronto, ¡pero por ahora debería pasar a escribir la próxima entrada de blog! Puede que os guste saber que esta entrada será la última en la seria de visitas, y que la próxima tratará de un viaje a Barcelona y un montón de pizza gratis. Todo se revelará…