08.08.22 — Diario

El caloret

Ahora en España tras un rato corto en Inglaterra para la boda de Jess y Adam, el calor ha empezado a molestar un poco. Pero da igual, ¡ya que siempre hay planes veraniegos por hacer y métodos innovadores de refrescarse por probar!

Un finde bajé a la casa de Luis para ir a la finca de su familia. Nos llevamos nuestros bañadores, unas cervezas y una caja de dulces que me había llevado de Estambul. ¡Como me encantaron!

Una tarde dominguera pasada en la piscina fue buen plan.

Tras comer fuera por el camino, los dos luego pasamos la tarde entera descansado por la piscina. Hablamos, escuchamos algo de música y luego tuvimos que montar un centro médico espontáneo al pisar yo un nido de avispas. ¡Resulta que la picadura de una avispa duele más que las de abeja que sufría de pequeño!

De vuelta a la ciudad, también había quedado una tarde con Napo, que llevaba un buen rato sin verle. Quedamos en Lavapiés, uno de mis barrios favoritos de Madrid. El paseo hasta el bar que habíamos elegido fue bonito: el día soleado pero fresco proveía unas vistas bonitas por el camino.

Esta calle es de mis favoritas, me recuerda a las de Lisboa.

Para empezar tomamos unas cañas en un bar viejo, sentándonos en la barra para ponernos al día. Pasamos tanto tiempo hablando que no nos dimos cuenta de que nuestro restaurante favorito, NAP, ¡ya estaba abierto! Al final logramos pillar una mesa y pasamos la noche charlando con una cena italiana deliciosa.

El melanzane alla parmigiana tiene que ser mi plato favorito.

Al acabar la noche volvimos hacia mi casa en pie, aprovechando el frescor nocturno y el paseo hacia abajo que lleva a mi barrio. Una vez en casa me acosté temprano para prepararme para lo que me esperaba durante la siguiente semana de calor…