17.07.19 — Diario
Fiestas y fotografía
Como mencioné en la entrada de blog anterior, ¡al volver a Madrid de Murcia ya tocaba celebrar el orgullo! Comenzó todo un poco antes, cuando salí para cenar en la Casa Tomada con un amigo. Él tiene la suerte de trabajar para el restaurante, así que utilizó su descuento para coger unos aros de cebolla y los mejores bocadillos de Madrid.
El evento siguiente en mi calendario fue el concierto de un artista asturiano. Ya que vivía mi amigo Kevin en el principado, ya llevo unos años subiendo mucho a Oviedo y Gijón, y la región me encanta.
Hace unos meses descubrí a Rodrigo Cuevas a través del Spotify, e inmediatamente me puse en contacto con Kevin. Kevin me contó todo: Cuevas es un artista que mezcla el folclore, bailes tradicionales, música asturiana, los temas de Tino Casal y unos sonidos muy modernos. Tras un rato obsesionado con sus canciones, ¡sabía que no me podía perder su concierto gratuito en el centro de Madrid!
Le mencioné a mi compañera María que iba a asistir, ya que pensé que conocía a Cuevas, porque ella también es de la región. Me dijo que no le sonaba, así que nos pusimos en YouTube para ver un videoclip suyo y enseguida ella dijo que iba conmigo. Unos días después nos reunimos en la plaza de Santa Ana y ¡tomamos unas cervezas mientras empezó el espectáculo!
Bueno, solo queda decir que Cuevas, que en el pasado le han comparado con el genio de Freddie Mercury, ¡no nos decepcionó! Pasamos unas horas bailando y gritando mientras intentábamos cantar sus canciones y escuchábamos sus cuentos sobre Asturias, su idioma y su gente. También hubo un momento fabuloso cuando bajó del escenario para cantar en el centro de toda la gente, ¡un momento en el cual María y yo nos volvimos en el par de fans más gritones del sitio!
Como veis, el concierto fue un evento muy gay, lo cual nos trae a los eventos del finde siguiente: ¡el orgullo! Ese finde, cogí unas cervezas con mi amigo Leo y bajamos por una Gran Vía vacía a la ruta del desfile, que iba a pasar por La Castellana.
Pronto se unieron unos amigos más, y nos quedamos de pie mientras pasaron las carrozas, reproduciendo música y lanzando espuma y confetis sobre el público. Lo pasamos fenomenal, acabando la noche con un bocadillo, después de lo cual mi di cuenta que iba a tener que volver a casa andando ya que se habían cancelado los búhos por motivo del desfile. Pero bueno, ¡valió la pena!
La semana laboral siguiente comenzó con un viaje al norte de la ciudad para sacar unas fotografías con un cliente y un fotógrafo. Vi unos ejemplos de arquitectura que nunca había visto antes, y también tuve la oportunidad de subir un edificio, sacando una foto de vista de pájaro sobre el sur de la cuidad que nunca hubiera visto si no fuera por el shooting.
Esa misma semana también celebramos la verbena de Erretres, por la cual invitamos a ex compañeros, clientes y amigos que viniesen a inaugurar la nueva oficina y utilizar por primera vez la piscina. Me quedé tan ocupado charlando durante la fiesta que se me olvidó sacar una foto, sin embargo sí acordé sacar esta foto el día siguiente, cuando nos sentimos todos en el jardín para aprovechar de las sobras de pizza y cerveza…
Bueno, tengo que acabar esta entrada de blog con una idea de mi compañero Borja. Dijo que ya que soy el británico de la oficina debía de hacer balconing para empezar bien el verano. Os dejo la foto, ¡es brutal!