14.11.19 — Diario
El carrete de Caudete
Con la llegada del frío invernal a Madrid, toca pensar en los días más cálidos del verano, días que se pasaron el Caudete de las Fuentes, Valencia. Si sueles leer mi blog, puede que te acuerdes de la semana que pasé con Rodrigo explorando el pueblo de sus abuelos y montando un espectáculo de luces en el patio de su casa.
Tres meses después de dicha aventura, por fin he ido para que me revelasen unos carretes que tenía en casa. Algunas de las fotos de estos carretes se encuentran en la entrada “El carrete de Tenerife“, una entrada de blog posterior a la en que cuento mi viaje a Tenerife. En esta entrada haré lo mismo, compartiendo unas de las fotos más notables de mi visita a Caudete de las Fuentes.
Ya que el estilo duro del flash de una cámara de película me recuerda de mi infancia y de usar cámaras desechables, saqué la mayoría de las fotos durante la noche. Las tardes y noches en Caudate, como conté en la entrada de blog principal, se pasaron escuchando una selección variada de música y zampando pan, jamón y quesos.
La última foto del carrete era un poco inquietante, porque sale la figura oscura de un hombre saliendo de un edificio antiguo. En realidad, sin embargo, es una toma de mi amigo Rodrigo mientras salía de la ducha.
Con eso, pongo fin a esta entrada bastante corta. Me recuerda de las primeras entradas de blog, cuando escribía bastante poco cuando las comparamos con las entradas que escribo hoy en días, ¡que ya son más como ensayos! Lo corto de esta entrada también es debido a la cantidad de trabajo que tengo en la oficina y, como consecuencia, la pobre vida social que estoy disfrutando recientemente. Eso ya cambiará, sin embargo, ¡porque la semana que viene me voy a pasar el finde en Inglaterra!